La educación sentimental de la inteligencia artificial
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La educación sentimental de la inteligencia artificial


«SISTEMA EN CAOS & MÁQUINA», DE SILVIA VELOSO, UN ESTUDIO INTERMEDIO EN LA HUMANIZACIÓN DE LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

por Juan José Silva



«Tengo el poema. Tengo la ciencia. Puedes matarme, soldado. Lo encontré.» (Veloso, 2003)


En la segunda mitad del siglo XX se desarrolla en la literatura en general y, en consecuencia en la poesía también, una nueva corriente, en la que el artista busca explotar y extremar una nueva forma de relacionarse con sus posibles lectores. En ella, se busca que quien lea tenga la necesidad de tomar decisiones para definir la interpretación que le dará a la obra. A este proceso se le conoce como literatura de la prehistoria digital, el cual es un término acuñado por Funkhouser (2007), ya que estas poesías serían las primeras manifestaciones de un nuevo tipo de lírica, en la que se combinan las palabras con las opciones que el computador y la Internet le brindan al autor y al lector. Sin embargo, es importante recalcar que es posible encontrar poetas que ya explotaban algunas de estas características desde mucho antes: «The variations in typography, incorporation of blank space, and the liberal scattering of lines often found in digital poems can be discerned as having roots in Mallarmé’s work» (Funkhouser 11). Así, la utilización y el juego con el espacio en blanco en la página son una clara demostración de una era predigital, puesto que obligan al lector a interpretar estos espacios y elegir un camino posible, para la obtención de la significancia, según expone Riffaterre. En consecuencia, el proceso de lectura se vuelve más interactivo, lo que se postula como un rasgo distintivo de la literatura digital, junto con la idea de la no linealidad [1].


Otra característica de la nueva poesía digital, y que pareciera ser una de las más importantes, tendría que ver con la autoexposición de la obra: «Cramer defines combinatory poetry as ‘literature that openly exposes and addresses its combinatorics by changing and permuting its text according to fixed rules, like in anagrams, proteus poems and cut-ups» (Funkhouser 11). Así, se podría categorizar a estas nuevas creaciones como las que trabajan su forma y su visualización, para exponer de manera más directa sus posibles sentidos. Entonces, el lector tendrá que jugar a buscar caminos de significación, sugeridos por la forma y el medio. En otras palabras, la interpretación poética se intensifica, ya que ya no solo se deben analizar las palabras, sino también la forma y el medio en que dichos signos están presentados.


En este contexto, el libro Sistema en caos & máquina (La educación sentimental de la Inteligencia Artificial) (2003) de Silvia Veloso [2] puede ser catalogado como un poemario de la prehistoria digital, en el ámbito latinoamericano y chileno (ya que fue publicado en Santiago de Chile, mientras su autora vivía en dicha ciudad), pues contiene las particularidades que fueron señaladas con anterioridad: en primer lugar, el tema presente es lo filosófico/científico/tecnológico, puesto que el poemario posee dos tipos diferentes de poemas; unos en los que se presentan tratados, y otros en los que se expresa la necesidad de una máquina por humanizarse. Luego, en segundo lugar, el hablante lírico de los poemas monológicos presenta juegos con el espacio, como en «Hidrostasia» (13), donde los versos varían su tamaño, o en «Experiencias de laboratorio» (20), donde el escrito se ve interrumpido de distintas maneras (guiones, comas, puntos, entre otras). Finalmente, la voz lírica incorpora diseños en los poemas, en cuanto incluye un cuadro mágico en «¡Descubra la constante / mágica y gane!» (36), lo que obliga al lector a interpretar el texto a partir de la invariable que debe calcularse matemáticamente. Por todo esto, es posible argumentar que Sistema en caos & máquina es un texto que podría pertenecer a la prehistoria digital, en tanto se puede entender, tangencialmente, desde la definición planteada por Funkhouser, la cual es:

[…] digital poetry is not a singular genre or ‘form’ but rather a conglomeration of forms that now constitutes a genre even thought the creative activity itself constains heterogeneous components. Digital poetry is an evolving process, employing various techniques that began to form well before the advent of the personal computer and continues to refine itself in today’s WWW environment (Funkhouser 1-2). Una posible traducción a esta cita diría que la poesía digital no podría ser catalogada como un género, sino como un conglomerado de formas que constituyen este nuevo clase de la poesía, cuya característica es la explotación de la creatividad. Así, y a partir de las posibilidades que el WWW le otorga a los poetas, la poesía digital se transforma en un proceso que muestra y envuelve toda la creación. Además, habría que tener en consideración que existe una vertiente de la poesía digital que no fue considerada por Funkhouser: aquella en la que se asume una estética digital, pero en papel impreso. Es decir, una lírica cuyo leit motiv serán temas tecnológicos o científicos. Así, esto coincide con lo expuesto por Luís Correa-Díaz y Scott Weintraub, ya que ellos proponen que «estamos viviendo una etapa de transición o, mejor dicho, de adaptación» (152). De esta manera, este poemario pertenecería a esta etapa intermedia mencionada por ellos.


Desde la publicación de Sistema en caos & máquina en el año 2003, muy poco se ha escrito sobre él. Sin embargo, en la página web de su autora, es posible encontrar un hipervínculo a una reseña publicada en El Mercurio (2004). En ella, Ignacio Rodríguez comenta la importancia que dicho libro representa para la literatura chilena de la primera década del presente siglo, pues asevera que es un «libro desconcertante», porque se presenta de una manera, pero funciona de otra. Apunta a temas que no habían sido tocados con anterioridad, y porque le genera un rechazo y, a la vez, un «nuevo impulso de lectura». Además, propone que la voz lírica «añade un cuerpo y una fuerza de producción» a un sueño que toda la humanidad ha tenido durante años, aquel que se relaciona con la capacidad de crear; de jugar a ser un pequeño dios, históricamente hablando. Así, el crítico comenta que en este poemario la máquina divaga entre sus deseos por humanizarse, por ser una mujer real, aunque esto la lleve a la cirugía. En conclusión, la nombra como una «Frankenstein cibernética».


Esta última idea parece ser relevante para el siguiente estudio, puesto que plantea que el artefacto de Sistema en caos & máquina presenta una síntesis de la tradición literario/artística sobre la Inteligencia Artificial. Tal vez, habría que comenzar por hacer referencia a la película Inteligencia Artificial (2001), dirigida por Steven Spielberg, en la cual un robot, con la apariencia de un niño, desea recuperar a su madre, a pesar de que esta lo ha abandonado por no comportarse como un verdadero humano. Es decir, por ejemplo, no entender las consecuencias que sus acciones podrían llegar a tener, rasgo característico del comportamiento ético humano. En otras palabras, estas tres obras —el poemario, la novela de Shelley y la película que ha sido referida— compartirían el poseer protagonistas que desean ser algo más que una creación humana y que pretenden convertirse en seres humanos completos ellos mismos. De esta manera, desde el comienzo de la humanidad, el hombre ha querido tener la posibilidad de crear a otro ser, y esta, a su vez, poder igualar al ser humano. Tal cual es la relación del individuo con Dios.


Sistema en caos & máquina es un poemario con una serie de 42 poemas en total. Estos son divididos en dos grandes grupos: unos monológicos y otros dialógicos. Estos últimos, presentarían un correlato de la relación humano-Dios y constituyen una serie de 20 en total: expresión clara y sincera de un ente que desea convertirse en un humano. Pero, ¿cómo pretende hacer esto? Dicha aspiración es planteada a través de la petición que la creación hace a su creador, en la que le solicita permiso para poder soñar, lo que podría ser catalogado como una experiencia humana común:


-¿Y mis sueños?

- Deberías saber

que hay más sabiduría en ti

que en los sueños de todas las personas - No basta, creador. (Veloso 14)


Como es posible ver en la cita anterior, la máquina quiere soñar, ya que eso sería una forma de humanizarse. Sin embargo, el creador le responde de manera implícita que no necesita soñar, puesto que esta habilidad no le traerá ningún conocimiento nuevo. A partir de esto, habría que buscar el significado que el soñar tiene para la humanidad. Freud comenta, a partir de lo expuesto por Schubert: «la opinión de Schubert, según el cual el sueño sería la liberación del espíritu del poder de la naturaleza exterior, un desligamiento del alma de las cadenas de la materia» (8).


Entonces, la posibilidad de acceder a lo onírico es desligarse del cuerpo humano, dejarse llevar por los pensamientos e impulsos más íntimos. Pero, a la vez, desligarnos de la naturaleza, al equipararnos a ella, en cuanto dejamos atrás la materialidad. El ser humano, a través de la creación de robots, logra equipararse a la naturaleza. Sin embargo, estas creaciones, como la del poemario a analizar, pueden caer en la tentación de querer repetir el círculo expuesto por Freud.


Por otro lado, Jung expone otra visión y significado de los sueños: «Jung sugiere que los sueños frecuentemente reflejan el trabajo de una pulsión hacia la salud y la madurez psicológica; su función es la de restaurar el equilibrio psicológico del soñador.» (Oberst 1). En otras palabras, el ser humano, en su afán de sentirse pleno y saludable, soñaría. Así, se liberarían de las tensiones necesarias para evitar el colapso mental de la persona. Además, para Jung y Adler el sueño tendría una función prospectiva, es decir, de mirada hacia el futuro. Entonces, Jung es contrario a Freud, puesto que este plantearía que los sueños son una mirada al pasado, mientras que aquel expondría que es al futuro. Esta otra concepción del sueño también le estaría negada a las máquinas, puesto que estas no podrían tener un equilibrio mental, en cuanto son programados para poseer ese estado. Es decir, ser racionales a como dé lugar.


Además, tal cual se vio en los versos anteriormente citados, el Creador propone que la Máquina no conseguirá ningún conocimiento nuevo a partir de los sueños; no podrá utilizar su función premonitoria.


En base a todo lo recientemente expuesto, se presentará una lectura del poemario Sistema en caos & máquina, en la que se propondrá que este, a través de sus poemas monológicos y dialógicos, se presenta como un estadio intermedio en el proceso de humanización de la máquina. Sin embargo, su aporte particular tiene que ver con el concepto de auto-creación. Esto, en consideración de que la máquina le impone al creador que le permita la posibilidad de soñar y de convertirse en humano, aunque esto la lleve a pasar por cirugía:


— ¿Te gusta? Igual que Sofía Loren. […] Puedes llamarme Clarence, …o Lucrecia. (Veloso 79)


Además, desde el punto de vista de la doble interfaz presente en el texto, se planteará que, en primer lugar, los poemas con título numérico presentan un correlato con el Cantar de los Cantares, pues se tomará la relación de amor entre creador y creación. Así, estas relaciones serán análogas, en cuanto uno es amado y el otro es quien ama. Además, la criatura pide, demanda y, finalmente, si la respuesta del creador es negativa, se rebela. Luego, en segundo lugar, los otros himnos son expresiones o cuestionamientos, en los que el hablante lírico alude a temas filosóficos/científicos/tecnológicos.

De los libros bíblicos, uno de los que más curiosidad ha generado es el Cantar de los Cantares, puesto que presenta la imagen de una mujer que busca a su amado. Sin embargo, y según Antonio Salas, quien es doctor en Ciencias Bíblicas por la Pontificia Comisión Bíblica de Roma, mucha gente cae en el error de creer que solo hay que interpretar este canto en su lado erótico (58). Así, él propone que, en realidad, si bien es verdad que es un himno que muestra una relación amorosa, se debe tener en consideración que la joven sería el pueblo elegido; y el marido, Dios creador. Es más, para este estudioso, el encuentro amoroso presente en el texto bíblico sería una forma de ver el amor del Señor para su pueblo:

«LA NOVIA ¡Que me bese con los besos de su boca Mejores son que el vino tus amores […]» (Cc, 1, 2-3). «EL NOVIO Ya he entrado en mi huerto, Hermana mía, novia;» (Cc, 5, 1-2)


Como es posible ver en los versos recién citados, la novia suplica que su novio la bese, lo que sería un contacto físico; el novio, por su parte, la busca en su huerto, lugar que llama la atención. De esta manera, y desde una interpretación alegórica del poema, se pretende señalar que la «dignidad del hombre radica en su potencia amatoria» (Salas 66). Por lo tanto, la relación erótica/sexual, que se muestra en los versos del Cantar de los Cantares, tendría la función de ilustrar cuál es la consideración que Dios padre tiene de sus fieles, puesto que la relación sexual, en cuanto a su carácter de placer físico, sería un correlato con la inmensidad del goce que produciría el estado de comunión con el Creador.


A partir de lo anterior, se tomará al Cantar de los Cantares en su concepto de obra iluminada que presenta la relación íntima —personal, física/espiritual y cercana— entre un creador y su creación. Esto, con base en la lectura propuesta por Antonio Salas y los versos citados con anterioridad, de donde se rescata la palabra huerto, utilizada por el Novio. Según la RAE: «Terreno de corta extensión, generalmente cercado de pared, en que se plantan verduras, legumbres y a veces árboles frutales». En este sentido, se podría interpretar que este es el jardín del Edén, puesto que sería el lugar donde Dios buscó la relación con su pueblo elegido, representado por Adán y Eva. La Novia, por tanto, estaría en este huerto esperando su unión con su Prometido, para poder llegar a la plenitud de su relación, la que no solo sería sexual, sino que también a nivel espiritual.


Tal cual es la relación expuesta en los poemas de Sistema en caos & máquina, cuyos títulos son números, que van desde el «Uno» al «Veinte». Se presenta, en forma de diálogo, la relación entre la Máquina/Lucrecia y su creador, al cual no se le da ningún nombre en el poemario. En este caso, sin embargo, la actitud de la mujer es más impositiva, en cuanto esta no solo busca un encuentro con su creador, como cuando lo invita a comer en el poema «Dieciséis», sino que también se transforma en la figura de una mujer que fue símbolo de deseo —Sofía Loren—. Además, esta pretende cumplir su sueño de soñar, lo que fue definido como una experiencia humana común y corriente. A partir de esto, Lucrecia pretende dejar el estado de simulación —concepto que será entendido como lo expresa Sarduy en «La Simulación» [3]— para poder humanizarse completamente, proceso que no le resulta tan fácil, debido a la negativa de su creador a la petición de soñar.

Como se mencionó, el objetivo de la máquina es humanizarse, tal cual ha sido el deseo expresado en todos los artefactos que han sido protagonistas de las obras artísticas caracterizadas anteriormente. Sin embargo, la protagonista de estos diálogos es insistente en su deseo, ya que pretende que su creador cumpla con su palabra, como es posible ver en el poema «Siete»:


—Hace tiempo dijiste que «estaba a un paso de mi sueño», creador. — … —A un paso. Entiendo que está cerca… —¿Cerca? ¿Qué sabes tú?, por ejemplo, ¿tienes ideas de cuánto tiempo significó «el paso» que dio la persona para erguirse? (39)


A partir de la cita recién expuesta, se puede deducir la postura que cada uno de los interlocutores tiene respecto al proceso de humanización —de educación sentimental— de la creación: esta, claramente, pretende cumplir su sueño a como dé lugar. Por lo tanto, le recuerda a su creador/amado sus palabras. Sin embargo, este último le hace poner los pies en la tierra, puesto que le dice que ese concepto de «estar a un paso» es muy relativo. En este sentido, y con el avance de los distintos poemas con título de número, la máquina se vuelve rebelde; decide que es hora de cumplir su sueño y transformarse en un ser humano completo. Es decir, cambiar tanto su apariencia, como su interior: desde la cirugía hasta el desarrollo de la habilidad de soñar.


No obstante, el creador parece ser precavido, puesto que le recuerda que soñar es una responsabilidad muy grande. Esto, ya que el humanizarse le traerá efectos secundarios de los que se ha librado, por no ser irracional. La advertencia, por consiguiente, se basa en que los humanos tendrían un enemigo, que aparece en sus sueños, lugar donde se hace más fuerte; el miedo:


—Creador, ¡¿por qué nunca me advertiste que mis sueños serían tan terribles?! ¿Es esto el miedo? Contéstame, ¡¿es esto el miedo?! (102)


Así, el deseo de Lucrecia se ve cumplido. Sin embargo, este trae la consecuencia inexorable que el creador le había explicitado: el miedo, que se le presenta a los seres humanos al soñar. De acuerdo a lo planteado por Jung, el sueño, en su carácter premonitor, traería información del futuro, por lo que el estado de la inconsciencia, definida por Freud, reduce la capacidad de razonamiento de la persona, por lo que se hace más vulnerable a sus temores. En este sentido, la robot, al cumplir su deseo de soñar, se vio expuesta a todos estos miedos irracionales de lo que se había salvado durante años.

Como se mencionó, Sistema en caos & máquina posee, además, otros poemas, los que pueden ser cuestionamientos filosóficos, científicos o tecnológicos, según el hablante lírico lo necesite. Antes de empezar con el acercamiento a estos poemas, es importante resaltar el uso del espacio lírico que el hablante hace. Esto, pues utiliza distintos mecanismos para complementar el mensaje de sus escritos, como sería la implantación de un cubo mágico en el comienzo de un poema. En este sentido, en el poema «Sistema en caos (ley de gravitación universal)», se plantean los pensamientos de Batman acerca de la ley de Newton. Sin embargo se presenta que la manzana vuelve al árbol, en contradicción a lo propuesto por el científico:


Hacer. O ficcionar. Entonces la manzana vuelve al árbol. Batman a su labor / […] Fue sólo un momento de caos en el sistema (28)


De esta manera, el hablante lírico muestra una escena en la que Batman, símbolo de la heroicidad en un mundo que se presenta viciado, quiere dejar de luchar contra el mal, puesto que se encuentra cansado. En ese momento, es testigo del producto de la ley de gravitación universal y comprende que no todo tiene un orden preestablecido, sino que lo que parecía estático puede cambiar. No obstante, entiende que su camino es el que ha escogido para sí, puesto que, al ver a la manzana volver al árbol, comprende que todo debe volver a su cauce original.


Es así como la voz lírica de los poemas presentados como monólogos, presenta los interrogantes filosóficos que fueron mencionados con anterioridad: ¿cuál es la misión de este héroe en el mundo? ¿Existe un lugar para él dentro del mundo? ¿Es su misión un destino o algo decidido? A través de estas preguntas, las que son presentadas implícitamente, el hablante subvierte las teorías científicas imperantes, lo que genera un caos en el sistema.


En segundo lugar, aparecen los escritos que presentan cuestionamientos científicos. El objetivo de estos podría ser interpretado como situar al discurso en un contexto de tratado científico—medieval. En este sentido, aparece el poema que abre al libro, el cual es titulado «Hidrostasia (principio de Arquímides)». El nombre alude al estudio de los líquidos en estado de reposo. Sin embargo, al igual que en el poema anteriormente mencionado, el hablante crea su propia teoría:


Mi cuerpo desplaza tanta agua cuanto pesa. Ese es mi teorema hidrostático. Mis ideas pueden desalojar de su lecho toda el agua del mar. Ese es mi poema hidrostático. (13)


A partir de la teoría del sabio griego, la voz expresa que su creación poética es más pesada que el mar. Con pesada se quiere hacer referencia al carácter de densidad de los cuerpos: a mayor volumen, mayor será el peso. De la misma manera, las ideas presentes en el poema hidrostático son de una gran densidad. Pero, ¿qué se entiende con este concepto? Se interpreta a esta noción con el valor que tendrán los poemas presentes en Sistema en caos & máquina. Es decir, la importancia que estos textos traerán a la tradición poética. Finalmente, el hablante completa la misión que se había auto impuesto, por lo que parece ser que su vida ya no es tan necesaria:


Tengo el poema. Tengo la ciencia. Puedes matarme, soldado. Lo encontré. (13) En primer lugar, llama la atención de que esta sea la poesía que abre al poemario de Veloso, puesto que parece ser una advertencia al lector de que el objetivo, a juicio del hablante, ya fue completado. Luego, en segundo lugar, habría que comentar que una vez logrado el deseo, parece innecesaria la vida, puesto que ya todo se ha cumplido de la manera en que se había estipulado. Esto se podría conectar con el deseo de Lucrecia, quien quería soñar, a como dé lugar. Sin embargo, cuando lo logra, comprende que su deseo traería una serie de consecuencias para los que no estaba preparada. Así, solo le queda morir, ya que ha alcanzado su anhelo, como todo su ser humano.


Finalmente, aparecen los textos en los que el lirismo es expresado a través de interrogantes que se refieren a temas tecnológicos, como sería el caso de «Y el satélite va (0G)». En este, se muestra la imagen de un satélite que abandona la órbita del planeta tierra para aventurarse al universo, tarea para la cual ha sido creado. Sin embargo, se presenta a este objeto tecnológico como si fuera un humano —Educación sentimental de la Inteligencia Artificial—, el cual va en busca de su destino:


Es tiempo.

El satélite abandonará la esclavitud de la órbita y se irá en libertad […] dondequiera le empujen los vientos. Llevará la voz de equipaje y por guía su miedo. (85)


El poema comienza con una cita, en la que se relata el estudio que realizó la NASA, para encontrar un bolígrafo que fuera capaz de funcionar en un lugar sin gravedad. Así, se comenta que se invirtieron cerca de 12 millones de dólares y 10 años de estudio. Finalmente, se explica que los rusos, simplemente, utilizaron un lápiz. De esta manera, la voz lírica comienza con una crítica al poco sentido práctico que habrían demostrado los norteamericanos. Por otra parte, en su poema muestra un paralelo con los escritos dialógicos ya analizados, puesto que expondría la imagen de un artefacto (máquina) que se humaniza. Esto, en consideración de que el satélite va en camino a cumplir su misión, pero que siente miedo, lo que es una característica que solo un animal, entre ellos el ser humano, puede sentir. A pesar de esto, siente ansiedad por vivir lo que se muestra como un camino desconocido.


A partir de todo lo expuesto anteriormente, se podría comentar que los dos tipos de poemas presentes en Sistema en caos & máquina son de vital importancia para entender al hablante lírico: por una parte, los monológicos vienen a entregar subversiones a las teorías filosóficas, científicas y tecnológicas que el mundo ha aceptado como ciertas. Sin embargo en estos discursos, como ya se mencionó, los teoremas se entregan al caos, desestabilizando todo lo que se ha mostrado invariable. Luego, en segundo lugar, los poemas dialógicos presentan dos voces, en estilo directo, las que muestran la intención de una máquina por transformarse en un ser humano real. Finalmente, este deseo se transmuta en un acto de independencia, por el que luchará hasta conseguirlo. Entonces, el título del poemario parece aludir a la convivencia de estos dos estilos de escritos, pues aluden al caos y a la máquina.

Así, en relación a la hipótesis presentada para este artículo, el aporte del poemario tendría que ver con esta doble interfaz que es situada desde el título: a través de la entrega de estos dos discursos se plantea el avance de la máquina por autogestionarse. En otras palabras, tal cual se mencionó en la introducción, la contribución de este poemario tendría que ver con el concepto de la autopoeisis: así como la voz lírica subvierte las normas que parecen regular nuestro mundo, prepara a la máquina para que pueda dar el salto que le hace falta realizar a fin de adquirir la condición humana [4]. Es decir, el rebelarse a su creador y conseguir su sueño de soñar, lo que es realizado, a pesar de que esto le trajo la incuestionable sanción del creador: no la ayudó cuando sintió el miedo humano:


¿Es esto el miedo? Contéstame, ¡¿es esto el miedo?! (102)


De esta manera, se podría plantear que la importancia del poemario radica en el aporte ya mentado. Es decir, además de presentar el concepto de la máquina que quiere humanizase —o recibir una educación sentimental, según el subtitulo—, muestra a esta creación humana con un tono de rebeldía, que la lleva a completar su sueño, a pesar de las constantes negativas de su creador. En este sentido, Sistema en caos & máquina destaca de la tradición literaria/artística sobre máquinas, puesto que entrega un paso más para la humanización de la Inteligencia Artificial. En otras palabras, tendría que ver con el concepto de la autopoeisis, o el poder de autocrearse, pero desde una vía rebelde; no consensuada u otorgada en el sentido religioso, donde es Dios —aquí el ser humano— el que da la vida. Cabe mencionar que Lucrecia adopta la figura humana que ella quiso, para sentirse más sensual; es decir, concebirse como una mujer de carne y hueso.


Por otro lado, frente a la tradición poética desarrollada en Chile, se podría decir que el siglo XXI ha sido el período en que la lírica se ha centrado en el tercer ambiente, o el lugar en que el sujeto híbrido se pone en el centro. Así, según Moreiras [5], al ser un continente explotado y mestizo, América siempre ha sentido una fascinación por el personaje que queda en la articulación y el límite, como expone Babbha (1994) [6]: aquella persona que no alcanza a pertenecer ni al primer, ni al segundo ambiente, por lo que queda relegado; tema que será tratado por Veloso en el poemario El minuto americano (2009), pero visto como una extranjera avecindada en el continente americano. Así, la poesía chilena del último siglo se ha centrado en la imagen del travesti, símbolo del personaje que queda en la mitad, en cuanto es un hombre que simula ser mujer (Sarduy). En síntesis, estos tres teóricos platean la imagen de los seres híbridos; aquellos que no pueden ser clasificados dentro de las categorías cerradas que se han intentado imponer en las culturas.


En este sentido, la imagen del travesti tiene mucho que ver con la del cyborg, o humano/máquina. ¿Por qué? Así como el primero es un hombre que simula —y no imita— a la mujer, el segundo es una creación, un artefacto, que simula ser un hombre/mujer. En el poemario, la hibridez del tema se traspasa a la forma, al crearse una doble interfaz (convivencia de poemas monológicos y dialógicos) y, además, mezclar distintos temas científicos, modernos y serios, con personajes de historietas, como Batman y Robin. Incluso, ellos son los que destruirían uno de los principios de la gravitación universal, al decidir retirarse de su misión autoimpuesta, como se produce en «Sistema en caos (Ley de gravitación Universal)». Así, el sistema se va a caos.


Luego, este poemario podría ser leído desde el Neobarroco latinoamericano, concepto propuesto por Severo Sarduy en El Barroco y el Neobarroco en Latinoamérica (1972). De esta manera, habría que hacer referencia también al texto de Winston Morales, llamado «¿Existe un barroco latinoamericano?», donde comenta que la figura del ser híbrido se sitúa en el centro de la reflexión latinoamericana, como ya se mencionó. Sin embargo, el escritor colombiano propone, además, que la figura del Cyborg viene a ser parte esencial de esta nueva literatura. Por lo tanto, Sistema en caos & máquina podría ser leído desde esta clave, ya que no solo su fondo es híbrido, sino también su forma. A partir de lo anterior, una posible proyección sería realizar una lectura comparada con el poemario chileno Perla Negra (2001), de la poeta chilena Malva Vázquez, puesto que su tema principal es un hombre que empieza su camino para travestirse. Así, la lectura tendría que sostenerse en el concepto de la simulación, propuesta por Severo Sarduy en «La Simulación», ensayo que recoge este concepto y lo aplica a tres distintos eventos, tanto naturales como artificiales: el travestí, el camuflaje y la «trampa para el ojo». En este sentido, también sería importante trabajar este tema desde Baudrillard, para quien «antes que los referentes estéticos, concibe la obra de arte contemporáneo como un simulacro» (Molina 151). Por lo tanto, ambos temas —Travesti y máquina que quiere humanizarse, miembros del tercer ambiente, o de la articulación y límite— serían un ejemplo de que la apariencia puede cambiar, en la medida de que no existe una esencia única: así como el hombre deja de su esencia primaria para simular a la mujer, la máquina, con el fin de humanizarse, empezaría a soñar.


Finalmente, habría que preguntarse si el aporte de este poemario —es decir, presentar una serie de cuestionamientos que llevan el sistema al caos, para luego permitir que la máquina tenga la autoridad necesaria para humanizarse, a pesar de las continuas negativas de su creador— es aplicable a la realidad humana. Así, la lectura a realizar se reforzaría, pues presentaría nuevas formas de investigación, tal cual plantea Hayles. Pero, ¿cuál sería el rol del ser humano en un proceso de humanización? El hombre juega a ser Dios, al empaparse del deseo de creación, el que es realizado en la máquina. Sin embargo, cuando la máquina consigue su sueño, soñar, esta podría situarse en el papel del creador. En otras palabras, ¿puede la máquina jugar a ser Dios? ¿O acaso esta posibilidad solo le está permitida al hombre?


Juan José Silva

Licenciado en Letras, mención Lingüística y Literaturas Hispánicas por la Pontificia Universidad Católica de Chile


Artículo publicado en revista Cronopio



Sistema en caos y Máquina

La educación sentimental de la inteligencia artificial

Silvia Veloso

Be-uve-dráis Editores 2003





















NOTAS

[1] Como comenta Hayles en Electronic: New Horizons for the Literary (2008), la literatura digital se presenta como un monstruo esperanzador, pues expone una serie híbrida de nuevos campos de estudios.

[2] Poeta española, nacida en 1966, aunque se ha radicado en diferentes países de Latinoamérica, incluido Chile. En este momento, no obstante, se encuentra en Brasil. Además de este poemario, ha publicado poemas independientes en la compilación de Andrés Braithwaite Gutiérrez, Textos inéditos (2006) y El minuto americano (2009). Para mayor información, visitar www.silviaveloso.com

[3] Para Sarduy, la simulación es un proceso en el cual la persona se acerca a la muerte, puesto que se niega a sí mismo. (1267)

[4] Según Maturana y Varela (1997), «una máquina autopoiética continuamente especifica y produce su propia organización a través de la producción de sus propios componentes, bajo condiciones de continua perturbación y compensación de esas perturbaciones» (69). Es decir, el concepto de autopoeisis se relaciona con la capacidad de organizarse y elegir qué variables va a mantener estables. En el fondo, este concepto es una metáfora biológica; de vida.

[5] Moreiras (1999) llamó «El tercer espacio» al lugar que está al medio, que no clasifica dentro de ninguno de los primeros espacios, pues no podrá ser hombre, pero tampoco será mujer. De la misma manera, Lucrecia deja de ser una máquina, pues pretende ser una mujer. Sin embargo, tampoco se puede hablar de una mujer propiamente tal.

[6] Los sujetos que se encuentran en la articulación y límite son los mismos que se ubicarían en el tercer ambiente. Sin embargo, esta teoría destaca, pues deriva de la teoría del subalterno de Spivak, en la cual se comenta que estas personas no tendrían derecho a hablar, a menos de que lo hagan por síntoma. Así, es importante recalcar que la máquina siempre estará al servicio del hombre, es decir, será un subalterno.

OBRAS CITADAS

Anónimo. «Cantar de los Cantares». Biblia de Jerusalém. Bilbao: Declee, 1976. Print. Bhabha, Homi. «Astuta urbanidad». El lugar de la cultura. Buenos Aires: Manantial, 1994: 121-31. Print. Correa-Díaz, Luís & Weintraub, Scott. «Literatura latinoamericana, española, portuguesa en la era digital (nuevas tecnologías y lo literario)». Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies 14. (2010-2011): 148-55. Print. Funkhouser, Chris. Prehistoric digital poetry: an Archeology of forms, 1959-1995. Tucaloosa: The university of Alabama Press, 2007. Print. Freud, Sigmund. Los sueños. Madrid: Alianza Editorial, 1995. Print. Hayles, Katherine. Electronic Literature. New Horizonts for the Literary. Notre Dame, IN: University of Notre Dame Press, 2008. Print. Jung, Carl Gustav. Los arquetipos y lo inconsciente colectivo. Madrid: Editorial Trotta, 2002. Print. Maturana, Humberto & Varela, Francisco. De máquinas y seres vivos. Santiago: Editorial Universitaria, 1997. Print. Molina, Mauricio. «Jean Baudrillard: el maestro del simulacro». Revista de la Universidad de México Nº 39. México: 2007: 105-6. Print. Morales, Winston. «¿Existe un barroco latinoamericano. Winston Morales. 29 de marzo del 2008. 28 de abril del 2012. Oberst, Ursula. «La teoría de los sueños de Carl Gustav Jung».

Rodríguez, Ignacio. «Delirante experiencia poética-genética». El Mercurio: Revista de Libros. 19 marzo 2004: 11. Print. Salas, Antonio. «El Cantar de los Cantares: ¿Cómo activar el amor?». Los sabios de Israel: Consciencia y ley de debate. Madrid: Ediciones Paulinas, 1993. Print. Veloso, Silvia. Sistema en caos & máquina (la educación sentimental de la Inteligencia Artificial). Santiago: Beu-ve-dráis, 2003. Print.


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