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Algunas palabras…


Este libro es el resultado de un gran trabajo realizado por un grupo de mujeres que estudiaban con Pilar el asunto de la violencia, sobre todo de la violencia “institucionalizada”, aquella  implícita en la legislación y por tanto en el funcionamiento de las instituciones, y qué hacer con ella desde la perspectiva de un trabajo psicoanalítico que profesionales especialistas han de poder realizar cuando se trabaja con ciertos niños, niñas y su filiación. 


Un trabajo de compromiso que fue asumido con responsabilidad y dedicación. No exento en lo absoluto de dificultades como fue en particular el fallecimiento de Pilar cuando se había iniciado este proyecto. Un trabajo que habla de una historia ya que allí se reúnen escritos tanto de Pilar como de las integrantes del grupo que fueron presentados en diversos eventos científicos. Un trabajo que transita entre la depresión y la pérdida hasta el rescate de los últimos fermentos y que adquiere además todas las características de un homenaje en tanto pretende conservar en los escritos el flujo del pensamiento creador. Hay una promesa que leo tácitamente y que tiene que ver con un trabajo abierto de seguir reflexionando con Pilar a pesar de su ausencia, pensando y llevando a la práctica esa producción.


Se trata de pensar un psiquismo que está determinado por lo sociopolítico, vieja preocupación  de Pilar y de sus amigas que la acompañan también en este libro, ilustrando diversas problemáticas del trabajo clínico, muchas de ellas compañeras de formación en México o también de ruta, más tarde en Chile.


Pilar pudo avanzar en pensar el asunto de la violencia institucionalizada. Decirlo así es una redundancia, jamás las instituciones hicieron aquello para lo que fueron creadas, y no me refiero únicamente al Servicio Nacional de Menores, núcleo de la polémica pública durante muchos años; finalmente se le cambió de nombre. Para ello, se valió de las propuestas de Piera Aulagnier, las que fue ajustando a sus necesidades de conceptualización. Ahí fue incorporando luego otros autores. Violencia porque busca el sometimiento, porque pretende tener a merced a los sujetos, sean los que fueran. Es un asunto del Estado, ya que la ley somete y por tanto obliga. Violencia de Estado es un término conocido en Chile, evoca toda su historia más allá de la dictadura.


Haber completado este libro supuso para las autoras y compiladoras  recorrer toda la obra de Pilar con sus dificultades, ya que ella nunca estaba contenta con el resultado de lo que escribía, más allá de que el texto estuviese muy logrado desde un inicio. Su autocrítica y rigurosidad conceptual exigía una revisión certera de aquello que era la producción de su pensamiento. Afortunadamente, las mujeres del silencio asumieron el complejo trabajo  de realizar la tarea de selección de sus textos más precisos y acabados. Puedo asegurar que lo logrado ha resultado inmejorable.


El libro se corona con un maravilloso prólogo de Rosa, realizado con cuidado y con cariño, que sitúa en la perspectiva los diferentes capítulos que lo componen, su contribución y aporte.


Solo estelas en la mar…(Machado)

Junio 2023

HF



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