Lo que veo para el 2023
En el lenguaje tradicional del Tarot, que tiene al menos siete siglos, el 2023 habla de una necesaria integración entre lo femenino y lo masculino, como sensibilidades complementarias en cada persona, pero también como necesidad de un nuevo pacto afectivo: amor por la mezcla y lo heterogéneo.
El 2023 es un año que requerirá hacerle caso a la intuición: lo que dicen las tripas, eso es.
En esta tirada la carta de El Mundo se ha reiterado. Es la carta más auspiciosa del Tarot, la que refiere a la totalidad integrada. El 2023 viene difícil y el egoísmo ya no sirve. Se requerirá de acciones decididas y eficaces, realizadas en colaboración generosa con los demás. En el centro de esta carta está el símbolo de lo femenino elevado: sus pies levantan el polvo de la Historia. Son los seres que portan capacidad de intuición y cuidado. Los sufíes los llamaban qutubs, o los “pilares de una época”.
Muchos se asustan cuando aparece El Diablo pero en el Tarot el aspecto negativo de esta figura no existe. No olvidemos que Lucifer significa “portador de la luz”. En la tradición cristiana, Lucifer representa al ángel caído, ejemplo de belleza e inteligencia a quien la soberbia le hizo perder su posición en el cielo, transformándose en Satanás (Isaías 14). En su cabeza El Diablo lleva un tocado con antenas, indicando un vínculo con lo que sobrepasa al intelecto. El diablo llama a combinar lo intelectual, lo espiritual y lo emocional: otra vez se trata de integrar. Es también la figura de la hibridación, símbolo hermafrodita, pues tiene senos de mujer y genitales masculinos.
El 2023 requerirá las artes de El Mago, la tercera carta de esta tirada. La forma de su sombrero evoca el símbolo del infinito, que es una mezcla de incertidumbre y esperanza. Todo es posible todavía, pero nadie puede predecir cómo evolucionarán las cosas. En su mano izquierda el mago porta una vara que, nuevamente, simboliza el poder de la intuición.
Aplicaos, 2023 dependerá de vosotros.
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